Durante años, el humor en mi país, Argentina, fue una pátina de satisfacción, ante las crisis que se repetían y repetían. Uno de los primeros programas de televisión que fueron furor en los años 60, fue La Tuerca. Con libro o libreto de Juan Carlos Mesa, Jorge Basurto,Carlos Garaycochea y Juan Peregrino. En 1969, ganaron un Martin Fierro como mejor programa humorístico.
Desde ya, pienso que estos libretistas nombrados-sobre todo los primeros tres, en la nómina- se destacaron durante todos los años 60 y 70. En 1973, junto a Hector Larrea, los nombrados-junto a otros- hicieron Humor Redondo, programa que yo seguía con fruición.
No sólo el humor en televisión fue bueno. También en el teatro de revistas, destacaron Jorge Porcel y Alberto Olmedo, los más grandes capocómicos que tuvo el país sin dudas. Por supuesto, no hablo de la vida privada de ninguno de los cómicos y humoristas, ya que eso, no interesa. Hablamos del talento que destilaban, la creatividad.
En los años ochenta, llegaron los uruguayos, Espalter, Carámbula, Dangelo, y Almada. Se hizo en televisión Hiperhumor y Comicolor. Fueron geniales. Eduardo Dangelo, ya en los setenta, hacia El Hombre del Doblaje, donde le ponía voz a las películas de cine, en una parodia que hizo historia.
El scketch de los buenos modales que hacia Espalter y Almada, fue otro hito.
Y así, se fue desarrollando la historia del humor en un pais que sangraba por los golpes militares, desapariciones, tumultos y graves problemas económicos.