---¿Me dice la hora?.
--Si, la hora de encontrarnos. ¿Gusta una taza de café?
Y empezaron a conversar.
Resultó ser una pasajera de su mismo avión.
--¿Asi que usted viene de la India?.
--Si, ¡no me ve la pinta!.
--Ja!.Nunca conocí a un tipo como usted.
Y asi, la vida, se fueron en un taxi. El gurú le contaba en el viaje sobre su vida.
--Mire qué bien. Yo voy ahora a la casa de una tía en el barrio de Flores.
--Ah...yo voy a un hotel. ¿Gusta entrar a la sala de espera?.
--No, gracias. Pero le doy mi teléfono.
--¿Para qué quiero un teléfono si ya hay en el hotel?.
--No, digo el número.Ja!.
--Ah...¿cuál es su número?.
--¿Mi número?. mmm...me gusta el 7...
--No, de teléfono.
--Ya se lo digo. Es este: 1554400899.
---Lo memorizo. Tengo buen cerebro.
Y asi, se despidieron. El gurú entró al hotel. Y allí se puso unas pantuflas. ¡Qué momento!. Solía estar descalzo, asi que vio extraño usar algo para los pies. Prendió el televisor, y vio un noticiero. Ahi no más, pidió un desayuno. Claro, mucha avena, salvado, y galletitas.Se cuidaba la línea...¡Era un hilito, el tipo!...
En eso,le llaman por teléfono. Era el cónsul de la India.
--Holaa...si...El Varijit?..¿cómo anda usted?.
Del otro lado le contestan:
--Bien. Lo esperamos para hacerle un lunch.
--¿Un lunch?. ¿qué es eso?. No me dijeron nada de lanchas...no entiendo...¿vamos a algún río a pescar?..
-- Nada de eso. Es un almuerzo.
--Ah. ¿Y hay achicoria?. Si no, no voy, eh.
--Hay verduras, si. Y buen vino argentino y mendocino.Lo mandó Olfi, desde Mendoza.
--Ah. Qué bueno. Siempre tan amable, mi amigo.
--Si, nos dijo que viaja a Bs As, en cinco o seis dias Lo quiere ver.
--¡Ya van a ver qué personaje!.¡Es más pendejo y simpático que yo!.
(Continuará)